jueves, 7 de junio de 2012

La Puente El Puerto

Candeleda, 6:50 de la mañana. Todavía sin abrir los ojos sé que está entrando claridad en la habitación. La ventana abuhardillada entreabierta deja entrar tímidamente los primeros rayos de luz de la mañana. Noche fresquita, he descansado bien y sé lo que toca, hoy me he propuesto llegar a "La Puente El Puerto". 6'5 Km de montaña a través, para llegar a un antiguo puente romano donde confluyen 2 gargantas. El paisaje promete. Decido no esperar a que suene el despertador y me levanto. Pantalón corto, camiseta manga corta para estar cómodo con los 15º que hace en el exterior en este momento. Segunda salida para mis zapatillas de montaña, Garmin sin pulsómetro (esta vez no interesa). Plátano y zumo de naranja y listo para los más de 13 km que me esperan por Gredos.
Después de calentar 10 minutos a la ribera de la Garganta de Sta. María (qué mejor sitio para hacerlo), pongo en marcha el Garmin y enfilo la subida de la calle de las monjas. Partimos a una altitud de 430 m. sobre el nivel del mar. Vamos a adentrarnos en la denominada Trocha Real, ruta utilizada por Alfonso XIII para sus cacerías y que servía como atajo para atravesar Gredos y evitar el Puerto de El Pico. Voy preparado con mi móvil para hacer fotos, merece la pena luego enseñar esos paisajes tan bellos. Para no ir muy incómodo con el móvil en la mano, adquirí en el Decathlon una funda de esas tipo muñequera.

Bien, los 2 primeros kilómetros quizá sean los más duros del trayecto, con un desnivel bastante fuerte. Voy a un ritmo que ronda los 7-8 min./km, y aún así con las pulsaciones bastante altas. Sobre el km 3-3'5, dejamos el camino ancho para enfilar un camino muy estrecho, en bastante mal estado, con muchas piedras, que nos acompañará prácticamente hasta el final de nuestra ruta. Habrá tramos en los que incluso haya que hacerlos andando, debido a su dificultad.
Al poco llegamos a la fuente "El Zauce". Parada obligatoria para beber un poco de agua. Estamos quizá en el punto más alto del recorrido a 700 m. de altura. A partir de ahí bajaremos paulatinamente para volver a subir lentamente para ganar de nuevo altura hasta los 675 que está el Puente.
Después de la fuente, viene el trayecto con el firme en peor estado. El sortear las rocas y los constantes sube-baja hacen que vayas prácticamente andando. Es ahora cuando podemos apreciar quizá las mejores vistas de la mañana. Si miramos abajo en el valle que forman las montañas, podemos divisar la Garganta de Sta. María. En ese momento te sientes insignificante ante tanta majestuosidad.
Ahora el camino mejora, dejamos tanta roca y podemos trotar sobre arena. Estamos bajando hacia la ribera del río.
Km. 5, ya estamos corriendo al lado de la garganta. Al correr me mojo las piernas con la maleza húmeda, qué placer, y con el ruido del agua susurrando. Se pueden ver la cantidad de piscinas naturales que se forman. Quizá con el verano más adentro me hubiese dado un baño, pero ahora la temperatura no creo que llegue ni a los 20º, por suerte...
Ya casi hemos llegado, como es la primera vez que voy al puente, no sé en qué momento me lo voy a encontrar, me gusta esa sensación, pero también estoy deseando llegar. Ahora el camino es más embarrado, cruzando incluso pequeños arroyos yendo de roca en roca.
La llegada al puente me sorprendió, me lo encontré casi de frente. Conseguido!
Llego al Puente sin llegar a cruzarlo del todo, apoyo las manos en él y respiro profundamente mientras disfruto de la belleza del paisaje. En el puente confluyen dos gargantas, la Blanca y  la Lóbrega, para formar la Garganta de Sta. María.
Paro mi Garmin, que marca 6'58 km y  50 minutos. Batería baja, así que lo apago y lo mantengo así durante el trayecto de vuelta.
Continúo parado disfrutando de la naturaleza, tan alejado de suelo urbano, mientras recupero el aliento y bajo pulsaciones. Tomo unas fotos al puente. Entorno maravilloso, sólo se escucha el agua del río y el cantar de las aves.
8:30 de la mañana, hora de volver. Ya tengo hambre, y toca mi tazón de cereales con Valeria.
La vuelta se me hace más amena, ya que no existe ese ansia de llegar. Paro de nuevo en la fuente para beber agua y respirar un poco y continúo.
Ya al lado de casa estiro bien. Buen entrenamiento por montaña, casi 14 kms y 270 m. de desnivel positivo. Primera parte del recorrido muy dura y la última se me ha hecho interminable.

http://connect.garmin.com/activity/185666968

Ya por la tarde toca hidratarse con un par de cervecitas en una terraza en buena compañía, y vuelta a Madrid.
Ya en Madrid, el lunes unos cuantos kms de regenerativo a 4:50, martes descanso y miércoles 8 kms a 4:16.
Deseando que ya haga calor de verdad para disfrutar de las piscinas naturales del Valle del Tiétar.