jueves, 27 de septiembre de 2012

Nutrición MacroviotiVa

La semana después de las dos sesiones del fisio las pasé trotando muy suave, tres días a razón de 7 kms diarios. Como las molestian continuaban, decidí parar otra semana más. Cuando estás lesionado, se te pasan muchas cosas por la cabeza. Impotencia de no poder correr a 4:20 por el parque detrás de otros corredores, la incertidumbre de no saber cuándo estarás a tope, el no saber si haces bien en trotar aunque sea suave... Muchas cosas que muchas veces provocan tristeza en el corredor, si la lesión es muy larga.
Me vino bien parar esa semana, además me coincidió con un viaje de trabajo a Ceuta, así que me lo tomé bien y tuve la cabeza distraída.
Ayer miércoles volví a Madrid, y después de 6 días sin correr bajé de nuevo al parque. 7'5 km suaves a 5:20 y no tuve ningún dolor ni molestia. Contento, ya más animado, estas lesiones en las articulaciones suelen ser muy lentas en su recuperación, al menos en mi caso. A ver si encadeno unos cuantos días sin molestias y comienzo a correr más fuerte.

Estoy leyéndome un libro sobre nutrición, tema que me apasiona. No se centra en nutrición deportiva, va más allá, abarca todos los campos en general. Las bases de la escritora (española, por cierto) se hayan en la nutrición macrobiótica, pero con ciertos matices. Me identifico mucho con sus teorías, ya que soy un gran consumidor de alimentos intergrales, tal y como los ofrece la naturaleza, sin refinar, los que de verdad aportan todos sus nutrientes.
  Los cimientos de esa alimentación (MacroviotiVa) serían los cereales intergrales, las legumbres y las verduras, todos ellos a poder ser de procedencia ecológica.
También habla de cómo se nos engaña, de la cantidad de aditivos que estamos consumiendo a diario en cualquier produco de supermercado, de la cantidad de hormonas y antibióticos que llegan a nuestra sangre procedente de carnes animales... Sí, ya sé que si nos ponemos así no consumiríamos nada, pero se trata de en la medida de los posible, alimentarnos de productos lo menos procesados posible. Eso implica, por ejemplo, sustituir azúcar, pasta y arroz blancos por integrales. Conservan todas sus propiedades, no como los refinados, y lo que muchos no saben, los blancos tienen un índice glucémico alto, aporta energía rápida que se desvanece en seguida. Para los que practicamos deporte, deberíamos tener constancia de las bondades de la pasta y arroces integrales, un índice glucémico bajo y liberación lenta de carbohidratos, que nos ayudará en nuestro entrenamiento o competición. Por no hablar de la cantidad de azúcares que aportan los refinados (pasta, arroz, pan...)

Nos enseña también a hacer combinaciones de alimentos, para, por ejemplo, conseguir proteínas de gran calidad combinando en el mismo plato legumbres, cereales, verduras... En una sociedad en la que abusamos de la proteína animal (totalmente sobreestimada para mi) es muy interesante leer la información que nos ofrece. No somos conscientes, pero muchas veces en una misma comida podemos llegar a consumir 3 tipos diferentes de proteína animal, demasiado para nuestro hígado. No hay más que ver los menús escolares, he llegado a ver algunos con un primero de ensaladilla rusa (atún y huevo cocido), segundo con carne o pescado (casi siempre) y de postre un yogurt. Tenemos un menú con 90% proteína y nada de carbohidratos, salvo los azúcares simples del lácteo que no aportan nada beneficoso a nuestro cuerpo.

En fin, cosas que están ahí, alimentos que no se puede negar su escaso valor nutricional, alimentos industriales que no se puede negar que estén llenos de químicos, pero que a nadie le interesa decírnoslo abiertamente. El negocio es el negocio...
Como digo, un libro de lo más interesante, que me estoy leyendo a modo de estudio, subrayando lo que más me interesa... Como en mi época de estudiante, vamos...
Podemos llevar una alimentación sana, comiendo legumbres, cereales, frutas y verduras de temporada, huevos y carnes de corral, y un sin fin de alimentos que hay no procesados... No es tan difícil. Con buscar sustitutos al azúcar, pasta y pan blancos habremos dado un gran paso. Consumamos los integrales.

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