Reflejos de tendinitis

Pasó ya la semana de rodaje tras la media de La Latina. Pasó ya la semana de transición, aunque sinceramente creo que debería haber descansado más después de correr los 21 kms a tope, pero en fin. Los que corremos eso de quedarnos en casa sin salir no lo llevamos nada bien. Como dije, después de la carrera no tuve ninguna molestia, ni muscular ni articular, ni me notaba especialmente cansado ni dolorido. Tampoco durante los rodajes que hice durante la semana.
Este fin de semana he estado en Candeleda, eso implica relax, desconexión y tiempo para la familia. Y también el rodaje de rigor de 11 kms que realizo siempre que estoy allí. Domingo por la mañana, me levanto a las 8, me tomo una mandarina, la niña se despierta, la preparo el biberón y a las 9 ya estoy corriendo. Ya nada mas salir me doy cuenta de que tengo una molestia justo debado de la rodilla. Nada importante, sigo calentando. Pero a los 500 metros la molestia se intensifica. Me vienen a la cabeza los casi 6 meses que estuve parado tras la lesión de la media de Budapest. Paro para estirar. Me pongo a pensar. No quiero arriesgar, no quiero que me vuelva a pasar lo mismo por impaciente, mejor hoy descansar. Hoy y el tiempo que sea necesario. Me jode mucho, pero me doy la vuelta con la idea de llegar a casa y aplicarme hielo, pero cuando estoy de camino noto que el dolor va a menos. Así que decido seguir con el trote y probar. Continúo a un ritmo muy bajo, y a los 500 metros paro de nuevo para estirar. No es la primera vez que me llevo un susto de estos, que en frío el dolor se te muestra y ya en caliente desaparece. Comienzo de nuevo a trotar, muy suave. Parece que la cosa va bien, la molestia se va aminorando. Al final completo los 9 kms a "trote cochinero", a 5 y pico. Parece que la cosa ha quedado en un pequeño susto, aunque siempre tengo en la cabeza la cosa de si debería haber reposado más durante la semana. El tiempo dirá si se ha hecho bien o no.
Ya en casa me preparo el tazón de bebida de soja con cereales y desayuno con la niña. Después de su biberón, los fines de semana la encanta desayunar conmigo, así que me la pongo encima y desayunamos los dos del mismo tazón los cereales. Me encanta!
Por la tarde me aplico hielo. Mi experiencia con estas cosas, que no es mucha, me dice que hay tres cosas fundamentales a la hora de evitar lesiones. Lo primero, a la mínima molestia, aplicar hielo en la zona afectada. Es el antiinflamatorio más barato y natural. Lo ideal sería aplicarlo siempre después de correr. Yo hubo una temporada que lo hacía, pero lo dejé. Mi fisio me decía que de esa forma se creaba una resistencia a lesiones bastante importante. Luego, los estiramientos. Con el paso del tiempo te das cuenta de lo importantes que son, sobre todo al terminar de correr. Hay que tomarse su tiempo y estirar todos los músculos que se han trabajado. Para terminar, cuidar la zancada. Ya hablé el mes pasado de mi experiencia con este tema. Una zancada demasiado larga implica mayor impacto en el suelo con los talones y más sufrimiento para las rodillas, además de ser menos efectiva.
Luego, por supuesto están el descanso, las cremas antiinflamatorias, etc.
El Lunes quería empezar a meter la caña que no metí la semana pasada. Era la idea, pero las molestias de la rodilla me tiraban un poco para atrás. El mismo lunes continué aplicando hielo bajo la rodilla y como no tenía molestias decidí salir para hacer series con Rober. Ya calentando hacia el parque me volvieron las molestias, pero las conozco, cuando empiezo a correr, ya en caliente, me desaparecen. Dicho y hecho. 8x400, empezando a 1:35 y hasta 1:25. Bien de sensaciones, sin exprimirme pero dando vidilla a las últimas. Rober me anima para hacer otras dos y completar la decena, pero prefiero no arriesgar, no me duele la rodilla, pero no es necesario ahora. Ya habrá tiempo para ello. Estiramos en un banco, cielo despejado y sol radiante sobre nosotros.
Este fin de semana seguramente no vaya a Candeleda, Rober me ha hablado de un 5000 gratuíto el domingo en San Sebastián de los Reyes. Una buena oportunidad para probarme en una distancia que me gusta y que hace mucho que no corro.