XIV Intercampus Leganés - Getafe

Llegó el día de la Intercampus, una carrera que a priori tiene buen perfil para hacer buena marca, para intentar subir un peldaño más en esto del running y poder bajar de la barrera de los 40'. Había entrenado bien, tenía buenas sensaciones en los entrenamientos y lo que se me pasaba por la cabeza era que podía rondar los 40', segundos arriba segundos abajo. Muy animado y con muchas ganas de correrla.

El día no empezó bien, tuve un imprevisto a primera hora, y es que este fin de semana tocaba cambio de hora, y ese "a las 2 serán las 3" estaba convencido de que mi flamante Samsung Galaxy lo haría automáticamente. Pues no, no lo hizo. Me di cuenta nada más sonar el despertador. Siempre desayuno 3 horas antes de las carreras, en este caso a las 7, porque me va bien así. Me di cuenta del error nada más despertarme y ver que entraba luz por la ventana. No podían ser las 7. Fui hacia el salón, puse la tele y efectivamente en el canal 24 horas pude ver que eran las 8. Que se me trastocasen los planes de esa manera ya me hizo cambiar las buenas sensaciones por regulares. Cambié las dos tostadas con miel que tenía previstas por una, me aseé deprisa y corriendo, preparé todo y salí escopetado ya que había quedado con Rober a las 8:30. Mi humor no era el mismo, eso de haber desayunado sólo 2 horas antes no me gustaba, sólo esperaba que el estómago no me pasase factura.

Ya en el Campus de Leganés, recogemos dorsal y calentamos. Recuerdos de hace dos años se me vienen a la cabeza, cuando llevando poco más de 3 meses corriendo vine aquí a correr la Intercampus, ese día yo solito. Mucho ambiente, recogida de chip rápida, música y buena climatología. Nos colocamos en la salida, en el cajón de 35-40 minutos, vamos a ver qué sale, ahora sí que me animo, ya estoy centrado en la carrera y ya no me acuerdo de lo que ha pasado al amanecer.

Dan la salida. Ésta suele ser un poco caótica, ya que salimos desde dentro de la Universidad y la puerta es un tanto estrecha, se forma un buen embudo de gente. Por suerte, como hemos salido bastante delante, no nos encontramos mucha aglomeración. Giro a la derecha dirección Casa del Reloj. Al principio de las carreras siempre tenemos ese estado de euforia que nos hace salir escopetados, miro mi Garmin y marca 3:30, hay que regular. Ya en el km 2 estabilizamos hasta 3:58 - 4:00, ritmo en el que nos hemos movido toda la carrera. Me encuentro cómodo, voy muy bien, pero no quiero tirar más, queda mucha carrera. Sé que el último km es llano, y que puedo apretar y hacerlo por debajo de 4 si llego en buenas condiciones. También sé que hasta el km 7 no llega ningún repecho. Seguimos Rober y yo juntos, llegamos al Polígono Industrial, km 5, en 20 minutos clavados. Me gusta, va todo bien, incluso por debajo de mis espectativas. En mis planes estaba en llegar al 5 en unos 20:30, para no arriesgar la segunda parte de la carrera. Pero no considero que haya arriesgado, voy cómodo a ese ritmo y puedo seguir así. Hasta ahora el estómago me respeta, y no tiene pinta de darme la lata si continúo a este ritmo. Rober se me empieza a ir un poco, cada vez más. Yo voy bien, podría tirar más, pero la cabeza me dice que aguante, queda todavía bastante. Pero tampoco quiero que se me vaya, es mi compañero, pero tenemos nuestra sana rivalidad (jeje, un abrazo Rober, enhorabuena por tu marca!). Se me va unos diez metros, yo aguanto mi ritmo. Ya sobre el km 7, en El Corte Inglés de El Bercial, afrontamos la primera subida. No muy empinada pero sí bastante larga. Ahí cojo de nuevo a Rober, nos ponemos en paralelo. A partir de ese momento, empezamos a adelantar corredores. De nuevo gente que sale muy fuerte los primeros kilómetros y se desfondan al final. Se me viene a la cabeza el último tramo de la media de La Latina, dura como ella misma. Terminamos la subida, recuperamos un poco llaneando y cerca del 8 llega el puente que cruza la autovía de Toledo A-42. Se puede ver 300 m. antes, y parece más de lo que luego es. La subo con ganas, braceando mucho, y llego arriba bien, sin perder mucho ritmo, seguimos por debajo de 4:00/km. Recupero en su bajada muy bien, quedan 2 kms y va llegando el mometo de dar el hachazo y escaparme hacia meta, pero el que se va es Rober. No quería tirar fuerte ahora, quería aguantar hasta el último km, pero le sigo. Después del puente rotonda a la izquierda, larga recta y otro repechito. No me hace daño, sigo bien. Rober aminora el ritmo y yo con él. Km 9, última rotonda, ya se puede ver a lo lejos la Universidad. Escucho resoplar a Rober, me dice que se nos va. Si se nos va será por muy poco, vamos muy justos, pero aún queda casi un km. Sobre el km 9'300 es donde lo doy todo. Toca sufrir, aumento el ritmo y hago un muy buen último km, aunque la entrada a la Uni tiene muchos giros, y sobre todo una recta de unos 200 m sobre adoquines que hasta llegan a ser peligrosos para correr. Cartel de 100 m. para meta, voy muy tocado por ese ritmo que me he impuesto ese último km, pero es un último esfuerzo. Veo el marcador de meta, reza 40 con pocos segundos, no bajaré de los 40 min. brutos pero sí netos. Entro con una sonrisa en la cara, es inevitable, he bajado de 40! Mayoría de edad en esto del Running dicen. Acabo en 39:55, puesto 172 de casi 2000 corredores. Rober entra detrás de mi, también bajando de 40, nos damos un abrazo, los 2 contentos. Tiempo para cojer aire.

http://connect.garmin.com/activity/161286312

En resumen, buen día para correr, buena organización, el único punto negativo si acaso podría ser el tema de la medición de la carrera, varios corredores hemos coincidido en que nuestros GPS nos daban casi 100 metros de más, con una medición más exacta hubiese hecho mejor tiempo, pero bueno, se ha cumplido el objetivo y eso que me llevo para casa.
Ahora toda la tarde de domingo libre, un día soleado para disfrutar con mi hija. Tarde para recuperar energías, aplicar hielo a las rodillas para recuperarlas del esfuerzo, y hasta para tomar una cervecita en una terraza en buena compañía.
De nuevo el running me aporta una satisfacción personal. Si lo practicas con asiduidad, puede formar parte de tu vida. Es como todo, cuando has luchado por algo y lo consigues, llega el momento de saborear ese logro y disfrutarlo.