jueves, 9 de febrero de 2012

La ley de Murphy


Para hoy habíamos hablado de hacer otro rodaje largo, un regenerativo suave, para soltar después de la sesión de series del día anterior. Después del frío que pasamos ayer en el parque, me había abrigado bien, 2 camisetas interiores, (cosa que nunca hago) y unas orejeras que me compré en el Decathlon que nunca había usado. Además de los guantes y la braga de cuello. A los 5 minutos de estar calentando, me doy cuenta de que toda esa historia me sobra, la ley de Murphy. 6-7º, un sol radiante y nada de viento. A pesar del frío, un buen día para correr. Estiramos en un banquito, las orejeras en la mano, junto con las llaves (cómo me jode tener que llevarlas siempre) y empezamos. Rober siempre me dice que está harto de rodar siempre por los mismos sitios, así que decidimos explorar un poco la zona del parque Polvoranca que no conocemos. Tiramos por un camino dirección Fuenlabrada, tranquilos, a 5:10-5:15. Muchas veces pienso en las pulsaciones, a ver si me compro de una vez un pulsómetro, porque hay que controlarlas. La verdad es que cuando me compré mi Garmin Forerunner 205 ni pensé en ese tema, acababa de empezar en esto de correr. Quería un GPS para saber distancias y ritmos y fuera. Con el tiempo te das cuenta de que por 50-60 € más tenía el mismo modelo con pulsómetro, y que es importante. Al igual que una prueba de esfuerzo, tienes que saber dónde está tu límite. A Rober le pasa lo mismo que a mi pero al revés, tiene un Polar que es pulsómetro pero no tiene GPS, vaya tela. Bueno, después de rodar bien por una serie de caminos, llegamos a un polígono en Fuenlabrada, sobre el km. 8,5, y nos damos la vuelta. Yo ya estaba sintiendo unas molestias intestinales, y es que desde hace una semana no me encuentro muy bien de la tripa, debe ser algún virus, porque la alimentación la he variado bastante. Terminamos con 14,3 km, en 1:11:11, a 4:57. Un poco más rápido de lo pensado para hoy.
Al igual que hoy, otras muchas veces he sufrido dolores intestinales. Bueno, más que otras veces, la mayoría de las veces que hacía algo de calidad. Pero era por otro motivo distinto al de hoy. Después de mucho tiempo, descubrí de dónde venían esos dolores, no venían por la alimentación, ni tampoco por la respiración, ni por otras muchas cosas que llegué a leer por ahí... Desde que hago la zancada más corta me he olvidado de esas molestias. Parece raro, pero así es. No me imaginaba lo importante que es hacer correctamente la zancada a la hora de correr. Yo siempre la he hecho más larga de lo que debiera, con la equivocada idea de que así gastabas menos energía y avanzas más rápido. Todo lo contrario. Investigando sobre este tema leí que haciendo la zancada larga, lo único que consigues es usar más los talones, con lo que para dar la siguiente zancada vas a necesitar dar más propulsión, más gasto de energía, ya que cada vez que pisas el suelo estás "frenando". A todo esto hay que sumarle lo que sufren las articulaciones de la rodilla, ya que de esta forma, el contacto del pie con el suelo es más agresivo, siendo más traumático para la rodilla. Y como este movimiento es más brusco, he llegado a la conclusión de que las tripas se me "removían" más, provocándome esas molestias. Desde que he acortado mi zancada, no tengo dolores abdominales, hago mejores tiempos y me noto más cómodo al correr. Y sigo intentando mejorar la técnica de carrera, cuanto menos tiempo esté el pie en el suelo, mejor.
Mañana toca descanso, a disfrutar un poco con la enana y a recuperar fuerzas.

1 comentario:

  1. NIÑOOOO!!! Desde el dia 30 de Enero hasta el dia de hoy, solo he descansado 2 dias, YA MISMO PASO A ELITE JEJEJEJE!!!

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